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¡Hola!

Soy Thalía.

Si has llegado hasta aquí gracias, significa que quieres saber más sobre mí.

Mi historia con el yoga comienza a principios del año 2016. Te haré un pequeño resumen…

El cambio de año, el final de una relación poco saludable de más de 7 años y el replanteamiento sobre una oposición que pensaba que no era más que lo que alguien esperaba de mí, me llevaron a escribir en Google: “¿Cómo dejar de pensar?”.

Ahí me encontré con el yoga. Hice mi primera clase en línea y dos cosas quedaron grabadas en mi memoria: tomar consciencia de la poca agilidad de mi cuerpo a pesar de creerme fuerte, y la magia que sentí en ese savasana.

Al día siguiente me apunté a clases presenciales. La semana siguiente me compré mi primer libro sobre yoga y creo que tres meses después asistí a mi primer taller. Esto dio inicio a una cadena de talleres, retiros y libros que eventualmente llevaron a formaciones.

El yoga llegó para quedarse, para cambiar mi forma de ver la vida, para presentarme a mi verdadero ser, para mostrarme un camino en el que sigo caminando, para recordarme mi propósito y darme herramientas para vivir de forma auténtica y real. Llegó para enseñarme a vivir en paz. Y es la mejor herramienta que tengo y que me encanta compartir con el mundo.

Porque si a alguien puede hacerle sentir al menos una décima parte de lo que me hace sentir a mí, creo que habrá valido la alegría.

Porque de una forma u otra, cualquiera que sea el camino que elijas para llegar a él, el yoga siempre es medicina.

Pero, como te contaba, por aquel entonces yo trabajaba en una oficina y hacía extras como camarera los fines de semana, lo suficiente para vivir con la independencia y la comodidad que me gustaban, pero lejos de la vida que realmente quería. Tampoco pensaba dedicarme al yoga, porque mi miedo escénico hacía poco probable imaginarme dando una clase de yoga delante de más personas.

Hacía formaciones sin otro propósito que aprender y saber más porque me gustaba, pero estaba claro que cada vez ocupaba más tiempo en mis días y eso me hacía sentir muy bien.

En 2020, después de tres años de práctica constante, cuatro formaciones, muchos retiros y talleres, surgió la oportunidad de dar clases.

Empecé por las tardes, combinándolo con los otros dos trabajos, pero no tardé mucho en saber que eso era lo que quería hacer a tiempo completo. Para ese entonces, el yoga ya había cambiado mucho en mí. Por primera vez entendía esa frase de “cuando haces lo que amas, ningún día es trabajo”. Si era verdad eso del propósito en la vida, compartir yoga sin duda era el mío.

Así pasaron tres años, dando clases en diferentes centros. Poco a poco fueron siendo más las horas de yoga y menos las de oficina. Dejé la hostelería y empecé a centrarme en una idea que me ilusionaba tremendamente y no paraba de rondarme la cabeza. Quería empezar a hacer mis propios retiros. Superando muchos miedos, el síndrome del impostor, la falta de tiempo, los escasos recursos y los pensamientos intrusivos, di el paso e hice el primero. Gracias a ustedes, fue un éxito, y después de ese, los siguientes fueron viniendo.

Ya estaba dando clases de yoga, haciendo retiros, compartiendo talleres y participando en varios eventos. Me encantaba el rumbo que estaba tomando mi vida, cuando de pronto se puso patas arriba. Entre otros acontecimientos, tenía que mudarme. Ahí fue donde se dio la posibilidad de cumplir un sueño que yo veía difícil y lejano.

En julio de 2023 abrí mi propio estudio de yoga. Mis escasos recursos lo veían imposible y aunque fueron muchas horas de trabajo, esfuerzo, ilusiones y alguna que otra lágrima, creo que fue la vida la que hizo que fuera posible. Estoy segura de que tenía estos planes para mí. Y no puedo estar más feliz con lo que estoy viviendo.

Sankalpa Yoga en Bolnuevo es un estudio que nace del amor y la ilusión por compartir algo que me ha ayudado tanto y me ha cambiado la vida. Un espacio donde comparto todo lo que he aprendido en estos años en el camino del autoconocimiento y el crecimiento personal de forma humilde y honesta, para que puedas tomar lo que te sirva.

Un espacio donde puedas desconectar de tu mente para conectar con tu cuerpo, donde venir a soltar, mover, liberar, sostener lo que haya, con libertad y compañía, sin juicio ni expectativa.

Un espacio seguro para ti, que vibras en comunidad.

¡Gracias a todos los que ya formáis parte de ello! ¡Gracias a los que llegaréis!

En esta página web, pretendo que la medicina del yoga llegue a más corazones, que crezca nuestra comunidad y podamos nutrirnos entre todos.

Pretendo prestarte todas las palabras y formas de amor que conozco para que puedas devolvérselas al mundo.

Porque un día alguien me las prestó a mí.

Porque el amor incondicional es el único amor posible, porque el yoga no habla solo de la unión de mente, cuerpo y espíritu sino de la unión del yo con la consciencia superior.

Todos somos parte.

Pedacitos de luz.✨

 

 

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